miércoles, 13 de enero de 2010

La Sombra de la Iglesia planeaba sobre JFK

Aunque no es el objetivo principal de nuestra investigación, incluyo este documento como ejemplo de las muchas elucubraciones que se han hecho relacionadas con el asesinato de Kennedy. En este caso se acusa a la Iglesia Católica de planear el magnicidio:


Se ha descubierto recientemente evidencia relevante en cuanto al asesinato de John F. Kennedy que muestra quien planificó y llevó a cabo el asesinato. Esta nueva evidencia muestra que el informe de la Comisión Warren, que constituye la palabra final en cuanto al asesinato, es un “encubrimiento” total de lo que realmente ocurrió.

Había básicamente dos razones principales por las cuales el Presidente Kennedy fue asesinado. Estas razones están relacionadas con la guerra de Vietnam y con el Banco de Reserva Federal. El Presidente Kennedy había enviado dos ayudantes a Vietnam, a MacNamara y a Taylor, quienes reunieron evidencia importante que convenció al Presidente de que los Estados Unidos debían retirarse de Vietnam. El memo que le enviaron al Presidente se tituló Los informes de la misión Mac Namara-Taylor en Vietnam del Sur.

Con este informe en la mano, el Presidente Kennedy tenía lo que quería. El informe contenía la esencia de las decisiones que tenía que tomar. Tenía que ser reelegido para poder continuar con los planes que ya había comenzado durante su primer término; tenía que sacar a los Americanos de Vietnam. — Col. L. Fletcher Prouty, JFK: The CIA, Vietnam and the Plot to Assasinate John F. Kennedy, Carol Publishing Group. p. 264.

Fletcher Prouty nos dice que:
“En noviembre 22 del 1963, el gobierno de los Estados Unidos fue controlado por un grupo súper poderoso que quería un aumento en la guerra en Indochina y un mayor crecimiento militar con el paso de los años para nuevas generaciones.” — Ibid. p. 264

A medida que el Presidente Kennedy comenzó a reducir el envolvimiento de la nación en el conflicto con el Sureste de Asia, este grupo comenzó a planificar su asesinato. Después del asesinato de Kennedy se aseguraron que América permaneciera en Vietnam por un largo tiempo.

El Presidente Ngo Dinh Diem de Vietnam del Sur era un católico práctico que gobernaba Vietnam del Sur con puño de hierro. Era un fiel creyente en la maldad del Comunismo y en la singularidad de la Iglesia Católica. El había sido originalmente plantado en la presidencia por el Cardenal Spellman y por el Papa Pío XII. El transformó la presidencia en una dictadura católica virtual, destruyendo sin misericordia a sus oponentes religiosos y católicos. Su persecución discriminatoria a los no católicos, causó la destrucción de su gobierno y la deserción en masa de su ejército. Esto provocó la intervención de los Estados Unidos en Vietnam del Sur.

Los Jesuitas controlaban a los políticos de Washington que querían que la guerra de Vietnam continuara. Querían crear un poder católico en Asia del Sur. Querían mantener el control del mercado internacional de drogas que habían tenido por más de 400 años en el Lejano Este. Cuando el Presidente Kennedy se interpuso en su camino, tenía que ser removido. Los Jesuitas hicieron que se asesinara al Presidente Kennedy.

Fuente: www.pacinst.com/spanishterr/chapter8/kennedy.html

2 comentarios:

Carlos Gracia Cancer dijo...

Sigo pensando que quien controlaba Washington era la CIA.

Además, JFK fue el primer presidente católico romano. Lo que levantó el recelo de otra Sociedad Secreta encubierta como religión: los mormones.

Según avanza nuestra investigación, continúa creciendo en mi interior la convicción de que JFK fue asesinado por amenazar las reglas del juego. Por poner en riesgo la continuidad del control del poder que la CIA tenía y hoy día continúa teniendo en EEUU.

En cuanto a lo demás: la mafia, los anticastristas, la Iglesia católica... enemigos de Kennedy. Pero aliados de la Agencia. Con intereses diferentes, pero todos beneficiados ante la posibilidad de quitar de en medio a JFK.

Carlos Gracia Cancer dijo...

Además el artículo señala a los Jesuitas, que habían perdido prácticamente todo su peso dentro de la Iglesia muchos siglos atrás.