domingo, 10 de enero de 2010

John Fitzgerald Kennedy

"Un hombre puede por sí solo hacer algo, y toda persona debería intentarlo". Este es un pensamiento que JFK confesó a su mujer, Jacquelin Kennedy, según publica el libro "Grandes Biografías" en el tomo dedicado al presidente norteamericano.

Confieso que este libro que durante tanto tiempo adornó la estantería de mi cuarto fue mi primer contacto con la figura de JFK. Un buen día decidí quitarle el polvo y ponerme a leer. Y quedé fascinado por el personaje. Su historia, su familia, su pasado como soldado, su convicción y fe en la política... en hacer del mundo un lugar mejor. Y por qué no decirlo: por su trágico final.

Así que tomando ejemplo de su cita, inspirado en ella, aportaré mi granito de arena desde aquí para intentar poner luz en los hechos sucedidos en Dallas la mañana del viernes 22 de noviembre de 1963. Desde la humildad y el trabajo de un pequeño grupo de estudiantes de periodismo.

Creemos que podemos hacer algo. Y debemos intentarlo



Foto: www.jfklibrary.org

1 comentario:

Carlos Gamissans dijo...

Al igual que Carlos Gracia, yo también comparto el interés por la figura de John F. Kennedy. Basta con leer algunas de sus frases para comprender que se trataba de una personalidad muy interesante. Pero, más que un pensador, Kennedy fue un hombre de acción, capaz de desenvolverse tanto en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial como en los arenales de la política estadounidense. Un hombre que no sólo fue importante en vida, sino también después de muerto, por toda la conmoción que generó su asesinato. Fue un joven Presidente que murió joven, mucho antes de que sus proyectos cobrasen la forma definitiva que él había concebido.

No había cumplido su tercer año de mandato cuando fue asesinado en un evento político en Dallas. Paladín de la popularidad, Kennedy murió entre la multitud que, en gran medida, se sentía representada por él. Prácticamente nadie se libró de la sombra de la sospecha: desde el hombre que lo sucedió, el Vicepresidente Lyndon Johnson, hasta la KGB, pasando por Fidel Castro o el FBI.

Dado que muchas de las teorías que explican su asesinato son disparatadas y carecen de todo rigor, nuestro grupo de trabajo se centrará en el análisis de aquellas teorías que, al menos, poseen cierta base documental.

A pesar de todo lo que ya se ha publicado e investigado, y cumpliendo la proclama del Presidente Kennedy, creemos que todavía se puede hacer algo para esclarecer lo que verdaderamente ocurrió aquel 22 de noviembre de 1.963, cuando la Historia sufrió un nuevo atentado que desbordó su cauce natural.