En la primera de ellas se observa el orificio, presuntamente de salida, de la bala que atravesó la garganta de JFK. Al menos, según la versión oficial de la Comisión Warren. Lo sospechoso de la fotografía es lo siguiente. El Doctor Malcom Perry, del Parkland Hospital, afirmó que la traqueotomía realizada al presidente no se realizó correctamente. Y que parecía como si más bien se hubiese intentado modificar la herida para que pareciese un orificio de salida (declaraciones recogidas en la página http://www.jfkmurdersolved.com/). Si el orificio, como parece indicar el Doctor Malcom Perry, es de entrada significaría que el disparo debió ser frontal. Y no desde el almacen de libros desde el que Lee Harvey Oswald disparó presuntamente al presidente.
La última de las fotografías, muestra el craneo reventado de JFK. Esta es la herida que le causó la muerte. A causa de la explosión, no es fáctible asegurar por donde entró la bala. Pero es evidente que la parte más dañada es la anterior del cráneo. Unido al movimiento de su cabeza en el momento del impacto (hacia atrás y a la izquierda, como puede verse en la película de Zapruder) invita a pensar de nuevo en un disparo frontal. La herida fue manipulada para extraerle el cerebro en los 20 minutos que ningún doctor estubo presente en la sala (según las palabras del cirujano). Se cree que podía existir evidencias de la trayectoria de la bala.
Por lo tanto, tenemos ya tres disparos, los tres que la Comisión Warren afirma que Oswald fue capaz de realizar (en un tiempo record y haciendo blanco en todos ellos). ¿Y las cinco heridas de Conally? Es aquí donde entra en juego la teoría de la Bala Mágica. Sin ella, todo el informe de la Comisión Warren se cae por sí solo.
Y por si fuera poco, cometieron un tremendo error. He podido leer en el ensayo enlazado en nuestras páginas de interés que, en su propio informe, recogen fotografías donde aparece la limusina presidencial con visibles impactos de bala.
¿Sólo tres disparos?
Fotografías: http://www.jfkmurdersolved.com/
1 comentario:
Las imágenes sin duda son de una crudeza espectacular. Pero demuestran cláramente cómo fueron de mortíferos los disparos que terminaron con la vida del presidente. Pienso que un sólo tirador no pudo conseguir lo que muertran las fotografías, y que en efecto fueron varios tiradores los que mataron al presidente.
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